miércoles, 23 de noviembre de 2011

Crítica de Lía Noguera!!!!

http://elcircuitodeteatro.com.ar/critica.php?id=70


Había una vez, un circo

por Lía Noguera



En una carpa de circo, y a modo de microcosmos que reproduce y produce un estado de nación, los protagonistas circenses se debaten en un entramado de disputas que se concentran en una pregunta: ¿cómo continuar?, ¿cómo seguir pujando por un deseo que se torna utopía cuando los obstáculos son más una regla que una excepción? Porque en este circo todo es decepción, y una poética del fracaso tiñe a quienes lo integran y amenaza con salirse de los límites de la propia carpa. Un enano que ha crecido, una contorsionista embarazada y que desconoce la paternidad de su futuro descendiente pero que sabe que es de alguno de la troupe circense, un lanzador de cuchillos tuerto, un funambulista alcohólico, y un presentador y dueño del circo opositor al pensamiento político de sus “compatriotas circenses”, son algunos meros ejemplos de lo que sucede en este espacio que se inserta en La Pampa Argentina y muy cercano al tren que atraviesa a este pueblo cuasi olvidado. Así, retomado el grotesco criollo y articulándolo con un contexto y un discurso peronista que cala en las grietas de una nación fragmentaria, la obra escrita por Andrés Binetti y Mariano Saba expone una inteligente reflexión sobre los modos de apropiación y significación que un grupo de artistas hace de los restos, de los pedazos que quedan cuando todo estalla. ¿Y qué es lo que estalla? La simple y sencilla posibilidad de permanencia de un mundo (el del circo) que desaparece; peligra su espectacularidad y por lo tanto aquello que se vuelve espectáculo en esta obra no es lo que sucede en la arena del circo, sino por el contrario, aquello que sucede en el adentro, en la parte de atrás de la escena. De esta manera, tensionando y exhibiendo lo que estaba destinado a no ser visto: la historia de los artistas, sus frustraciones, sus angustias, el texto gana en su interés y apuesta por una marcada exhibición de discursos opuestos que no repara en mostrar sus jerarquías, sino más bien, su coexistencia y por momentos, sus propias grietas.
Pero si “la patria está fría”, como dice el personaje de Ezequiel Lozano (el funambulista alcohólico), lo que no está frío es lo que sucede en la escena. Los cuerpos de los actores, sus actos, sus desplazamientos ganan en fuerza y en una marcada intensidad, construyendo un reducto en el cual la pasión y también el amor siguen estando en su horizonte deseante. Y en ese entramado, nosotros, el público, nos convertimos en los participantes voluntarios de esta interioridad que se nos exhibe, porque mientras el público ficcional del circo queda oculto (o mejor dicho, desaparece), el público real se constituye en un componente más de la obra. Todos enfrentados en la escenografía que acertadamente diseñó Magalí Acha: una gran carpa de circo que reproduce, desde antes de ingresar a la sala con la entrega de una bolsita con caramelos Sugus, ese recuerdo del acontecimiento circense. Doble juego, el que acerca y el que distancia de la ficción con el fin de sostener en esa misma tensión el mismo espacio que reproduce: el de una nación pero también el de un pueblo que no quiere ser silenciado. Y sí, señores y señoras, a no dudar: pasen y vean a este grotesco llamado La patria fría…

Extracto de la crítica de Néstor De Giobbi

http://www.castingportena.com.ar/notas/rev/sec06ant.asp?id=1194

“Redoblantes vs. bombos”
Por Néstor De Giobbi
 (...) La actuaciones, en general de muy buen nivel, tocan con energía la gruesa cuerda del grotesco, siendo la mano de Natalia Bavestrello (en la piel de la paraguaya), junto a los patéticos lanzacuchillos y enano, los perfiles mejor definidos. (...)

Extracto de la crítica de Paula Volman

http://www.redteatral.net/versiones-teatro-la-patria-fr-a-12979
(...) Es una de las obras más originales que ganó el Concurso de Proyectos Teatrales organizado por el Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) junto con el Instituto Nacional del Teatro (INT). Cuando el público ingresa a la sala, en cada asiento hay una sorpresa muy linda, una especie de souvenir que a uno lo hace sentir chico otra vez; el público es tenido en cuenta con ese recibimiento; un detalle absolutamente novedoso para predisponerse a ver una gran obra de teatro.
La escenografía recrea exactamente ese espacio circular característico de los circos, con paredes cubiertas con lonas rayadas en rojo y blanco. Dentro de la carpa se encuentran algunos de los principales actores: un enano que creció y quieren despedirlo a toda costa que toca la guitarra en vivo, aprovecho para felicitarlo por su talentosísima actuación; (...) Una obra mostrada de adentro hacia afuera. La idea es atractiva y está muy bien planteada.(...)
A éso se le suma que llega otro tren, el cual es el tren solidario de Eva Perón, en el que la gente está muy contenta porque les dan regalos. Si las noches de circo venían siendo duras, con la llegada de este tren popular, esa función en particular, se hace mucho más difícil llevarla a cabo. Vale la pena descubrir qué pasa en ese circo antiperonista.
 Lic. Paula Volman

viernes, 18 de noviembre de 2011

Moira Soto habló de "La Patria Fría" en radio!!!
¿Lo escucharon?
http://panyteatro.com/criticas.php
Aparece bajo el título 
La patria fria - Mateo - 09/11/2011